Alessandro Mele

Mi camino en Tonello comenzó hace cuatro años, inicialmente como electricista en el departamento de producción. Más tarde, después de un período como probador, se me ofreció la oportunidad de viajar al menos dos semanas al mes. Hoy formo parte del equipo de servicio como técnico itinerante.

Mis principales funciones son la instalación de máquinas y el soporte técnico remoto al cliente. Sin embargo, cuando estoy en el extranjero, según las solicitudes del cliente, me ocupo de la instalación de las tecnologías de Tonello y la asistencia en el lugar a través de la organización de capacitación específica.

Llegué a Tonello con la idea de viajar y no hacer un trabajo estático o de oficina. La empresa aceptó mi solicitud, confiando en mí y probándome. Veo que incluso nuestros clientes están satisfechos con el trabajo que hago, tanto que me envían correos electrónicos y me llaman para agradecerme. En resumen, resumiría mi historia en Tonello como una escalada continua y gratificante.

Sin duda significa mucho más que la palabra en sí misma. Mi trabajo me ha permitido establecer relaciones amistosas, no solo con colegas, sino también con clientes, que es lo que más me gusta.

Mucho ha cambiado, incluso en cuanto al personal de la empresa. El número de personas prácticamente se ha duplicado, y se han creado nuevos roles en los departamentos.

Recuerdo cuando llegué a Tonello por primera vez, todas las líneas de producción estaban dedicadas, más o menos, a lavadoras, es decir, maquinaria básica. Hoy, en las mismas líneas encontramos máquinas innovadoras con tecnologías que permiten el ahorro y la optimización del rendimiento durante los procesos de lavado y acabado de prendas.

¿Qué puedo decir? Todos nos llevamos muy bien. Hay tanta armonía entre nosotros que a menudo nos encontramos fuera del trabajo con nuestras respectivas parejas o esposos e incluso con los niños.

El momento más emocionante se remonta a hace unos meses, cuando logré grabar una imagen diminuta que nadie más había podido reproducir. ¡He recibido muchos cumplidos, incluso de personas que nunca hubiera esperado!

Los momentos difíciles, por otro lado, se remontan a mis primeros viajes en solitario, pero al final, los cambios nunca han sido fáciles para nadie.

Siempre poner a sus empleados en el centro de lo que hacen, dedicarles tiempo y tener en cuenta sus ideas.
Esto es algo que ya hacen, y funciona: creo que es importante escuchar especialmente a aquellos que viajan con frecuencia e interactúan más con nuestros clientes.

La fuerza de la marca Tonello y su solidez son nuestras cartas de triunfo, tanto que somos identificados como el Ferrari de las lavadoras.

Yo diría que resumen bien cuál es la realidad de nuestra empresa, sobre todo desde el punto de vista de la responsabilidad. Todas las tecnologías que producimos anteponen la seguridad del operador, la salud del consumidor final y el respeto por el medio ambiente.

La fiabilidad es un término que se puede aplicar tanto a una persona como a un producto. Este último es confiable cuando demuestra ser de alta calidad, duradero y consistente con las premisas iniciales. La sostenibilidad, por otro lado, es como el apoyo al medio ambiente y el respeto por la Tierra en la que vivimos.

Me identifico más con el valor de la responsabilidad. Cuando voy a un cliente para instalar una de nuestras máquinas, automáticamente ya no actúo como Alessandro, sino como Tonello. Esta responsabilidad se activa, sobre todo, en momentos como estos, cuando represento físicamente a la empresa en su totalidad.